lunes, 7 de marzo de 2016

El Nombre propio de Dios en primera y tercera persona revelado en Ex 3,14-15

Para entender mejor la revelación que Dios hace de su Nombre propio en Ex 3,14-15 en respuesta a la pregunta de Moisés sobre su nombre en Ex 3,13:

3,14: Dijo Dios a Moisés: «Yo Soy el que Yo Soy.» («EHYEH asher EHYEH.») Y añadió: «Así dirás a los israelitas: “Yo soy” (“EHYEH”) me ha enviado a vosotros.»

3,15: Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: YHWH, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.»

es necesario tener en cuenta dos propiedades de los verbos en hebreo: la construcción de la raíz o tronco (binyan) y la forma.

El tronco tiene 7 variantes, de las cuales 2 son relevantes para este pasaje:
- qal: activo simple;
- hiphil: activo causativo.

La forma puede ser:
- perfecta: describe una acción terminada;
- imperfecta: describe una acción en curso o continua.

El Nombre revelado en Ex 3,14, “EHYEH”, es tronco qal, primera persona singular, forma imperfecta de "hyh", "ser", lo cual en general puede significar "yo era", "yo soy" o "yo seré", siempre en un sentido continuo, dependiendo del contexto en que se usa. Por lo que usado por Dios en primera persona, dado que Dios Es en la eternidad, la cual no es una sucesión infinita de momentos sino un único momento de infinita plenitud, el significado correcto es “Yo soy”  [1]. Así, al responder «Yo Soy el que Yo Soy.» a la pregunta de Moisés sobre su nombre, Dios revela que es el Ser por esencia, el Ser Subsistente o Absoluto, siendo “Yo soy” el Nombre propio de Dios pronunciado en primera persona, que lo denota como Es en Sí mismo.

El Nombre revelado en Ex 3,15, “YHWH”, viene de "hwh", una variante temprana de "hyh", "ser". A diferencia del Nombre anterior, en este Nombre la tradición de los copistas hebreos ("masoretas") no indica con los signos diacríticos de vocalización (niqud) agregados al texto consonántico la pronunciación de la palabra escrita (Ketiv), sino la de la palabra que se lee en lugar de ella (Qeri), la cual es Adonai, "el Señor", excepto cuando YHWH es precedido por Adonai, en cuyo caso se lee Elohim, "Dios".

Por lo tanto, dado que desde al menos 200 a.C. los judíos ya no pronunciaban habitualmente el Tetragrammaton, como es atestiguado por su ausencia en los fragmentos en hebreo del libro del Eclesiástico, escrito ca. 180 a.C., hallados en Qumran, Masada y la geniza de El Cairo, tal que su pronunciación había quedado restringida a una sola persona, el Sumo Sacerdote, en una sola ocasión del año, la fiesta de la Expiación (Yom Kippur), y dado que, por lo tanto, desde la destrucción del Segundo Templo en 70 A.D. el Tetragrammaton había dejado totalmente de ser pronunciado por los judíos, en principio no se sabe con certeza cuál era su vocalización original, existiendo dos posibilidades:

- tronco qal, tercera persona singular, forma imperfecta, si se lo vocaliza YiHWeH, lo cual en general puede significar "él era", "él es" o "él será", siempre en un sentido continuo, dependiendo del contexto en que se usa. Por lo que usado por una criatura, la cual existe en el tiempo, para referirse a Dios, incluye los tres significados al mismo tiempo, dado que, desde el punto de vista de la criatura, Dios Era en el pasado, Es en el presente y Será en el futuro: "Él Era, Es y Será". Lo cual coincide con la alabanza que los cuatro vivientes, en la visión de S. Juan en el Apocalipsis, "repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, “Aquel que Era, que Es y que va a venir”.»" (Ap 4,8). Por lo tanto, en este caso YHWH es el mismo Nombre propio revelado en Ex 3,14 pero pronunciado en tercera persona por una criatura, denotando a Dios como Es en Sí mismo: el Ser Subsistente o Absoluto.

- tronco hiphil, tercera persona singular, forma imperfecta, si se lo vocaliza YaHWeH, significando "Él causa que sea", o más completamente, "Él causaba, causa y causará que sea". Por lo tanto, en este caso YHWH denota a Dios como Es para nosotros: el Creador, el que hace que seamos [2].

Es claro que ambas opciones se implican mutuamente:

- Dado que solamente "El que Es" puede "hacer ser", o en términos filosóficos, que solamente el Ser Subsistente puede dar el ser y sostener en el ser a los seres contingentes, el Nombre YaHWeH presupone necesariamente los Nombres EHYEH / YiHWeH.

- Dado que es inherente a "Aquél que Es" poder "hacer ser", o en términos filosóficos, que es inherente al Ser Subsistente poder dar el ser y sostener en el ser a los seres contingentes, el Nombre EHYEH implica potencialmente el Nombre YaHWeH antes de la libérrima decisión divina de crear, y lo implica necesariamente luego de esa decisión. Nótese que la potencialidad es solamente de la criatura, que puede ser creada por Dios o no serlo, pero que debe existir para que pueda ser pronunciado el Nombre de Dios en tercera persona.


Notas

[1] Escribo con mayúscula el verbo Ser en sentido subsistente y con minúscula en sentido contingente adoptando la sugerencia de S. Juan Pablo II en su catequesis del 7 de agosto de 1985:

Sería oportuno cuando nos referimos a Dios escribir con letra mayúscula aquel "soy" el que "es", reservando la minúscula a las criaturas. Ello sería además un signo de un modo correcto de reflexionar sobre Dios según las categorías del "ser".

[2] Una objeción frecuente a esta opción es que el tronco hiphil de hwh no existe en el idioma hebreo sino solamente en el arameo. A esto respondo señalando que, si el Exodo tuvo lugar a mediados del siglo XV a.C., entonces el Nombre fue revelado a Moises cuando los idiomas arameo y hebreo todavía no se habían diferenciado ("Mi padre era un arameo errante" (Dt 26,6)). Esto es consistente con la referencia a "la tierra de los Shasu de Yhw" en el templo en Soleb, Nubia (Sudán), construido por Amenhotep III, quien reinó de 1391 a 1353 a.C., donde "Shasu" era el término con que los egipcios designaban a los nómadas pastoriles semítico-hablantes que vivían en la península del Sinaí, el Néguev y el sur de Transjordania de la Edad de Bronce tardía a la Edad de Hierro temprana.

[3] Este trabajo fue finalizado el 7 de octubre de 2016 pero es archivado en el blog con fecha 7 de marzo de 2016 porque su contenido precede lógicamente al de los otros dos artículos del blog.


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